Epílogo: Hojas al Viento: El ciclo continúa, cada final es un nuevo comienzo.
- Juan José Crespo Ramos

- 22 mar 2024
- 1 Min. de lectura
Las hojas al viento, danzantes en su vuelo,
nos hablan del tiempo, de su curso sin freno.
En su baile, una lección, sutil y serena,
de que cada final, en su esencia, contiene una vena
de comienzo, un hilo de luz en la penumbra,
una promesa de alba en la noche más profunda.
Ellas, arrancadas de sus ramas en otoño,
no son meras víctimas del cambio, sino testigos del abono
que nutrirá la tierra, para cuando la primavera
despierte con su canto, y la vida, de nuevo, se estrenara.
Así las hojas al viento, en su partida,
nos enseñan que la vida se renueva, no se olvida.
El ciclo de la naturaleza, espejo del alma,
donde cada final es apenas una pausa,
una respiración profunda antes del salto,
un momento de recolección, antes del nuevo asalto.
Y así, en este epílogo, donde las hojas se despiden,
nos invitan a mirar hacia adelante, a que decidimos
abrazar cada final como un umbral,
una puerta hacia lo desconocido, un renacer vital.


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