La Danza de las Hojas: El vaivén de lo efímero capturado en un patio trasero

En el santuario secreto del patio trasero,

donde el viento es el director de orquesta,

las hojas se levantan en un preludio temprano,

bailando al son de la sinfonía del universo.

Cada vuelta, un verso; cada caída, un estribillo,

narran la historia de lo efímero,

de cómo la vida se mueve en ciclos,

en un teatro donde cada acto es un suspiro.

Con la ligereza de quien conoce su destino,

se entregan al baile, sin miedo al final,

su danza, un recordatorio fino

de que en lo fugaz, hay belleza sin igual.

Observo, aprendiz eterno de su gracia,

cómo aceptan el cambio con elegancia innata,

cada hoja,un maestro en el arte de soltar,

enseñándonos que en el dejar ir, hay arte.

Y mientras el sol se filtra a través de las ramas,

iluminando sus piruetas en destellos dorados,

me maravillo ante la danza de las hojas,

que en su efímera existencia, encuentran lo sagrado.

En el silencio de este patio, encuentro un espejo,

donde la naturaleza susurra verdades profundas,

recordándome, con cada hoja que se desprende,

que incluso en el adiós, hay promesas fecundas.

Que esta poesía te invite a detenerte, a observar, y a encontrar en la danza de las hojas un reflejo de nuestra propia danza con la vida, donde cada momento efímero es un tesoro de sabiduría y belleza.